De Benin a Egipto, China reafirma su compromiso con los países africanos
Como todos sus predecesores desde 1991, Qin Gang, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de China, comenzó el año con una gira por África. Durante una semana, del 9 al 16 de enero, el que fuera embajador de China en Estados Unidos hasta finales de diciembre visitó cinco países africanos: Etiopía, Gabón, Angola, Benin y Egipto. Si no se hizo ningún anuncio espectacular durante este viaje, contribuyó a los lazos, tanto económicos como diplomáticos, entre China y África.
En Etiopía, Qin Gang instaló la nueva sede del Centro para el Control de Enfermedades de la Unión Africana (Africa CDC), financiado y construido por China, como prometió Beijing en la Cumbre China-África de 2018. China ya había integrado la sede de la Unión Africana (AU) en Addis Abeba y se preparaba para construir en Nigeria el de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS). Qin Gang confirmó que Beijing quiere que la UA participe en el G20, “un gesto simbólico pero inteligente”, según el investigador Jean-Pierre Cabestan, con sede en Hong Kong. Obtener un escaño en el G20 es un fuerte reclamo de los africanos.
Por otro lado, el ministro se mostró muy cauteloso sobre la situación en Etiopía tras el frágil acuerdo de paz alcanzado en noviembre entre el Gobierno del primer ministro Abiy Ahmed y los insurgentes del Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF). China había designado un enviado especial para el Cuerno de África, pero no parece haber jugado un papel en las negociaciones. Más de 400 empresas chinas están presentes en el país y Qin Gang recordó que Pekín quiere a Etiopía “tomar medidas efectivas” para garantizar la seguridad de sus nacionales.
trampa de la deuda
Si bien la deuda de Etiopía con China ascendería a más de 13.000 millones de dólares (unos 12.000 millones de euros), según un estudio del Global Development Policy Center de la Universidad de Boston, y que Etiopía anunció en 2021 que quería renegociar su deuda externa, la El emisario de Beijing se mantuvo evasivo sobre el tema. Durante una reunión con Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la UA, Qin Gang negó que existiera una trampa de la deuda. «El problema de la deuda de África es fundamentalmente una cuestión de desarrollo», declaró.
Signo de la competencia entre las grandes potencias en el Cuerno de África, Qin Gang apenas había salido de Addis Abeba cuando las cancilleres de Francia y Alemania, Catherine Colonna y Annalena Baerbock, realizaron una visita oficial allí los días 12 y 13 de enero.
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