abril 25, 2024

El «colapso» de la vctima de Alves: «Empec a tener mucho miedo y sin que pasara nada pens Y si me pone algo en la bebida?»

  • Tribunales The game ofrece a una amiga de la vctima denunciar a Dani Alves por tocamientos

La investigación de la denuncia por agresión sexual contra Dani Alves vende marcada por lo que pas antes de entrar en el lavabo en el que hubo relaciones sexuales. Forzadas, segn la vctima y consentedas, para el jugador. Señora de un mes después de la denuncia, el Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona ha tomado declaración a los implicados, acompañantes y responsables y empleados de la discoteca SuttonAdemás de estudiar las imágenes de seguridad del reservado y otras del local, así como examinar atestados policiales e informes médicos de la denunciante para dilucidar si se cometi delito la madrugada del 30 de diciembre.

Lo que pas dentro del lavabo, si hubo o no consentimiento, ser el ncleo central del debate judicial y para apuntalar una versin u otra estn las pruebas que constan en la causa y las que tienen que incorporar, como la confirmacin de que el rastro de semen que haba en el suelo corresponde al jugador, quien ya aporto una muestra de ADN para cotejar. Sin embargo, a la vista de lo déarrollado en este proceso legal hasta ahora, lo que sucedió en los 20 minutos anteriores antes de cerrarse la puerta de ese minsculo habitculo del privado VIP de la discoteca puede decantar la balanza en un sentido u otro.

Por el momento, todas las evidencias cercan a Alves, quien el pasado viernes cumplió 15 das en prisión provisional y an deber esperar varias semanas hasta que la Audiencia de Barcelona se pronuncie sobre el recurso presentado por sus abogados para salir en libertad provisional. Ia principal prueba de carga es la declaración «contundente» y «persistente» de la vctima Quien ante el juzgado mantuvo ia versin que hizo ante los Mossos d’Esquadra, la misma noche y dos das después de los hechos, sobre la agresión sexual sufrida además de los golpes recibidos supuestamente por el jugador cuando ella trat de resistirse.

Pero antes de eso, la mujer y sus dos amigas fueron invitadas al reservado en el que estaba Alves con un amigo. All el jugador estuvo acosando a las tres chicas, tal y como testific la denunciante y explicaron en su declaracin este viernes en el juzgado sus acompaantes. Incluso afirmaron que el jugador llike manose y se sintieron incómodas por lo que la juez les ofreci la posibilidad de denunciarlo por agresin sexual, aunque ellas lo rechazaron ante la gravedad de la violacin que sufri la vctima.

En este sentido, el denunciante explic ante los Mossos que tambin vio «cmo tocaba a mis amigas» y se percat «de lo pegado que estaba a ellas». Despus explic que el jugador la agarr a ella por detrs mientras bailaban y le deca cosas a la oreja que no escuch ya que eran en portugus. «Desde atrs me cogi la mano y la puso en su pene y la quit. Lo hizo dos veces, la segunda con mucha fuerza y ​​la volv a retirar. Me estaba dando asco», explic la vctima. Ya en su declaracinjudiciaire la mujer insisti en esta sensacin de desamparar ya que «estbamos muy apartados».

«Me colaps, empec a tener mucho miedo y sin que pasara nada pens Y si me pone algo en la bebida?» ?. Esta declaración refrenda lo que contó ante la política cuando aadi que Alves sac una botella de cava para invitarlas pero que ellas abandonaron las copas en la mesa sin tocarlas, ya que tenan una bebida. «Estaba insistiendo y era muy pesado», explica la mujer que aadi que «me estaba dando asco».

Sin «intimidación ambiental»

Los abogados defensores de Alves consideran que no hubo este presunto acoso a la vctima y sus amigas en los 20 minutos previos a la entrada al bao. De las imágenes de las cámaras de seguridad del reservado remarcar que las tres mujeres entraron sobre las 3:20 de la madrugada, tras ser invitadas por el jugador y su acompañante, y que colgante «20 largos minutos se observó un grupo de cinco personas a partir de un modo ldico y festivo rodeados de mucha gente en un espacio abierto, que dista mucho en ser el contexto y escenario de intimidación ambiental que la notoría jurisprudencia de nuestros tribunales estima como bastantes para doblegar la capacidad de la víctima y su capacidad de autodeterminación».

Por eso cree que estas imágenes de la cámara de seguridad del local «desmienten del modo ms radical el clima de terror que la denunciante describe» y cuestionan su declaración ya que sobre las 3:42 se ve al jugador acceder al fregadero y dos minutos más tarde acude la denunciante tras hablar con las dos amigas y el camarero sin que el jugador «le frank el paso o abra la puerta», como declaró ella.

«Las imgenes hablan solas», aaden los letrados del brasileo pesa en que las amigas de la vctima corroboraron su versin de que fue Alves quien le inst a cruzar una puerta sin que ninguna de las tres superior que llevaba tiene fregadero. Incluido una de ellas acudi a otro servicio en la sala general, en una planta lower, al desconocer que en el reservado haba uny. Lo cierto es que en las imgenes el jugador se pierde de vista esos dos minutos que dice su defensa hasta qu’acude la vctima, pero se desconoce al lugar que entra, segn fuentesjudiciaires.

El recurso presentado por los abogados de Alves para pedir su libertad remark que «este es el momento previo al encuentro sexual en el diminuto cubculo o bao en el que entr primero uno y luego la otra. Y que la denunciante describe y expresa como vivido en un clima de terror, pavor o microcosmos de dominación, escenario que las imgenes desmienten del modo más radical». Aaden que estas imgenes dejan una duda sobre si las relaciones sexuales fueron consentidas u obligadas.

«Me ha hecho dao»

En su declaración en el juzgado las amigas de la vctima explicaron que desconocan que la puerta conduca a un lavabo privado y llegaron a pensar que daba acceso a un espacio en el que se poda fumar. A los 16 minutos Alves abandona el bao del reservado e instantes despus lo hizo la denunciante, quien a la amiga qu’an estaba en el reservado diciendole «nos vamos de aqu». Poco después, en el guardarropa y mientras coincide con la otra amiga, la vctima empez a llorar y asegur que haba sufrido una agresin sexual mientras repite «me ha hecho dao».

Tambin testificaron en el juzgado este viernes seis responsables y empleados de la discoteca, como los camareros qu’invitaron a las mujeres a peticin de Alves o el portero qu’confirm que vio a la vctima llorar junto a sus amigas y al verbalizarle la presunta violacin la hizo ingresar al área local y activar el protocolo contra agresiones sexuales. As, llevaron a la chica a una sala apartada y llamaron a los Mossos d’Esquadra ya una ambulancia. Aseguran que ella no dejaba de decir «no me van a creer» y por eso no quera denunciar.

Sin embargo, la vctima relat los hechos a una patrulla y dos das despus firm la denuncia aportando el informe mdico del hospital Clnic que la atendi y que indica que se le encontraron restos de ADN que no eran suyos y lesiones en las rodillas y brazos. Precisamente, el juzgado abrió la investigación a partir de la comunicación remitida por el centro sanitario como marca el protocolo de agresión sexual.

El juzgado est a la espera de los informes sobre la ropa que llevaba esa noche y que est analizando, ya que se encontraron restaurantes, as como la comparacin de las huellas y el semen encontrado en el lavabo con el del acusado y la vctima. La investigación sigue su curso y mientras Alves continuaba en prisión provisional.

Cinco millones de indemnización

Mientras Alves está en prisión su ya ex equipo, los Pumas UNAM del fútbol mexicano, le han pedido una indemnización de 5 millones de dólares por violar una cláusula de conducta de su contrato cuando fue acusado de agredir sexualmente a una mujer en una discoteca de Barcelona. Alves fue despedido el mismo da que fue detenido e ingresó en prisión por orden judicial.

El club considera que la presunta agresión cometida sexual por Alves «perjudicó la filosofía» del equipo. Segn el UOL Sporte, adems de las rescisin de contrato aquel 20 de enero, los ejecutivos de Pumas tambin le mandaron une correo electrnico a Alves en el que le informacin de su salida del equipo y solicitaron la indemnizacin millonaria.

Los Pumas exigen el pago por la clusula de conducta en el contrato en la que podan penalizar al ex lateral del Barcelona por «la participacin en casos de dopaje», «en cualquier escndalo que se haga pblico» o en «cualquier acto que sea considerado delito bajo la ley del pas en el que tuvo lugar».

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