“El presidente Macron anunció el envío de tanques europeos a Ucrania. Los franceses son los primeros en hacerlo. Gracias ! ¡Hemos esperado tanto! »
Olga y Sasha son dos hermanas ucranianas. La primera tiene 35 años y es comerciante de vinos en París, donde vive desde hace siete años. La segunda, de 33 años, vive en Kyiv con sus padres y su abuela. Las dos hermanas han aceptado, desde el comienzo del conflicto, llevar su cuaderno de bitácora para METRO. Esta semana, cuando Olga regresa al trabajo, Sasha se toma unos días libres durante la Navidad ortodoxa e intenta mantener a raya la guerra.
martes, 3 de enero
Olga: No tenía la sensación de fiestas, pero eso es todo, es la recuperación. Doy algunas lecciones de francés a mis pequeños refugiados. Supe que dos de ellos se hospedaban con personas que les prestan un local y hasta un auto. La bondad puede salvar al mundo. Nada que hacer, pero, por asuntos administrativos, necesitaba un certificado emitido por el Ayuntamiento de Kyiv. [Kiev, en ukrainien]. Me estaba preparando para ir al consulado en la fila cuando una copia me aconsejó ir al sitio Diia («acción» en ucraniano). Es la plataforma desarrollada por el Ministerio de Transformación Digital bajo el mandato de Zelensky. ¡Descargué mi certificado en treinta segundos! Me quedé en estado de shock y alegría durante unos minutos. Ucrania tendrá que compartir su conocimiento de la tecnología informática con todos los países donde la burocracia funciona mal.
Sasha: Empiezo una semana de descanso. Voy a intentar regalarme unas verdaderas vacaciones de invierno. Pero, ¿puedes vivir una vida simple y normal en medio de una guerra? Me sigo preguntando cómo comportarme sabiendo que, en primera línea, cada minuto muere una persona (¿quizás más?), una persona que defiende mi seguridad y mi identidad. No tengo ninguna respuesta.
Hoy voy con mi mejor amigo, Y., a un bosque al noroeste de Kyiv. Pasaremos la noche en un pequeño chalet rodeado de pinos a 5 kilómetros de la civilización. No hay nadie. Es casi aterrador. Pero, después de todo lo que hemos pasado desde el 24 de febrero, nos parece bastante gracioso. Este pequeño chalet fue creado por una pareja. Ella se encarga del alquiler, de los clientes, del mantenimiento y él está al frente. Ella le da la mitad del dinero al ejército. Por la noche, cocinamos al fuego, hacemos muchas fotos, escuchamos jazz, charlamos. Es maravilloso. Como escribió mi amado Serhiy Jadan en uno de sus poemas en 2015: “La vida debe durar, incluso cuando dure la guerra. »
miércoles 4 de enero
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