mayo 1, 2024

El último ‘concierto’ de Ayuso: «No hemos dejado de luchar el modo de vida en libertad que nos hemos dado» | Madrid

Todos los focos están puestos en Isabel Díaz Ayuso, otra vez. Tanto, que los 16 focos que cuelgan del techo, junto a los 38 halógenos que alumbran la sala de prensa y las otras cuatro lámparas que cuelgan de la pared, están funcionando a pleno rendimiento este miércoles. Día grande en el edificio principal de la Puerta del Sol. 58 lucas. Cámaras. Acción. Los nueve consejeros van tomando asiento en las sillas de madera de la primera fila. Todo se mima al detalle en el equipo que rodea a la presidenta de la Comunidad, donde nadie duda de que la comunicación, y sobre todo la telegenia, es un factor clave para arañar el mayor número de votos posibles.

Tras la victoria electoral en mayo de 2021, la sala de prensa de Ayuso dio una torre de 180 grados. Se decidió cambiar el decorado. Tocaba cambiar la imagen que llegaba a las televisiones ya las redes sociales de los madrileños. Transmitiendo un nuevo tiempo, pesa que el PP lleva gobernando la región desde hace 28 años. Aquel fondo de madera, muy poco visible a ojos del televidente, también para los lectores que ven las fotografías al día siguiente en los diarios e incluso para los millones y millones de usuarios que ven los vídeos de Ayuso en redes sociales, se esfumó de golpe . El pared bañó de pronto en un intenso rojo —el color de la bandera de la region― junto a siete estrellas blancas en el centro. A izquierda ya derecha, se colocan también cuatro mástiles con sus respectivas banderas de España y de la Comunidad Madrid. Y delante, como escuderas, dos televisiones gigantescas que visualizan en todas las comparaciones el escudo de la región. El decorado había tomado galones presidenciales.

La comunicación en política es tan importante como la intriga y el suspenso también por la parte de ejecución a la hora de lanzar el mensaje. En el caso de la rueda de prensa de Ayuso de este miércoles, por ejemplo, la expectación será máxima. El último año del año. El balance. El suspenso. Madrid era de las pocas comunidades que quedaron por pronunciarse sobre un asunto que afectaba a millones de ciudadanos. ¿Continuará la región con la subvención del 20% al transporte de cercanías y Metro? Algunos medios de comunicación, incluso, hacían sus propias cábalas a primera hora, alimentando más aún el debate: «Ayuso debe decidir si acepta el descuento de Sánchez», titulaba Audiencia. «El abono de transporte puede duplicar su precio en Madrid: el Gobierno de Ayuso no garantiza la rebaja», lanzaba la candado ser.

Noticias que vendrán precedidas de una declaración de intenciones. El pasado 15 de noviembre, el consejero de Economía y uno de los pilares de la presidenta en el Ejecutivo madrileño, Javier Fernández-Lasquetty, dio carpetazo al asunto. «El descuento del abono fue una medida temporal hasta el 31 de diciembre y acabará el 31 de diciembre», dijo. Mes y medio despues, todo lo contrario. Además, si el Gobierno de Sánchez anunciaba este martes una condición para continuar con las ayudas en 2023, ―aquellas comunidades que aportarán un 20% de sus cuentas serán las únicas que recibirán también un también un 30% del Estado―, Madrid aceptó este miércoles el envite, como el resto, pero, eso sí, retorciendo un poco más el pulso diario del enfrentamiento que mantiene con La Moncloa. Madrid será la única región que aporte un 10% más. Es decir, que Ayuso no solo traerá una reducción del 20%, sino que será del 30%. Más política de comunicación.

“La Comunidad de Madrid paga el 20% del abono del transporte de energía”, ha dicho Ayuso, “pero, a partir de febrero, será del 30%. De esta forma, el abono en la región estará subvencionado en un 60% y no en un 50%, como había pedido el Gobierno [de Sánchez]”. ¿Para que? Este anuncio le garantizativamente dos titulares en los medios. El de ahora, con el sí a la prórroga de las ayudas, y el del 1 de febrero, con el cambio del descuento, que ya no sí a 50% par los madrileños, sino de un 60%. Más política de comunicación. En el turno de preguntas, el presidente ha explicado que el cambio de decisión de noviembre a diciembre se ha producido para analizar las perspectivas económicas.

discusión de 35 minutos

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Ayuso ha leído un discurso de 35 minutos. Un balance anual con dardos continuos al Ejecutivo de Sánchez desde el primer párrafo. «Muy buenas tardes a todos», ha dicho, «el balance del año en la Comunidad de Madrid se resume en que hemos gestionado bien. Y esto, se verueba en la vitalidad de las calles de Madrid, en su vida cultural, empresarial y turística. perjudicarán”.

La presidenta ha hecho un balance área por área, donde ha confirmado que, en economía, no habrá presupuestos para 2023. Es la tercera vez en cuatro años que la Comunidad de Madrid prorroga sus cuentas. Ayuso también ha repasado algunas de las grandes decisiones políticas de su mandato, como el cheque de 500 euros para mujeres embarazadas de menos de 30 años. Un anuncio que cambió a los seis meses, porque demandó un requisito clave: estar empadronado en la región durante, al menos, los últimos diez años. Desde el 24 de enero de este año, se redujo a cinco. “Se han beneficiado a lo largo de este 2022 más de 5.500 mujeres”, explicó. Al mismo tiempo, ha criticado los 200 euros de ayudas estatales que el Gobierno concedió ayer par la cesta de la compra de las familias más vulnerables. «No hace falta dar 17 euros al mes a las familias para que crean en la Comunidad de Madrid. Eso lo hacen los que no saben gobernar y pretenden comprar votos por 17 euros al mes: 5 euros al mes por persona. En el Madrid castizo , a eso que hace Sánchez lo llamamos ‘engañabobos’: 5 euros al mes por un voto”.

“Nosotros no damos dinero por ser mujeres, no entregamos beneficios por ser jóvenes”, ha contestado Ayuso a preguntas de la prensa. “Nosotros lo que hacemos es estimular e incentivar. Tenemos un problema de falta de familias y de niños y, por tanto, incentivamos la natalidad. La medida de Sánchez es un engañobos porque no se trata de dar dinero a la gente, se trata de que las familias tengan estímulos. El Gobierno empobbrece a la empresa y convierte todo esto en un ejercicio de subsidio. Esto adormece el sistema”. O dicho de otra manera: la política.

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