“Es fundamental que la Unión Europea en su conjunto ratifique el Convenio de Estambul”
D¿Podemos hablar realmente de pasión amorosa cuando una actriz francesa es asesinada a golpes por su compañero? ¿Fue realmente el despecho amoroso lo que llevó a un ex campeón de boxeo alemán a matar a su esposa? Sin embargo, así es como estas tragedias fueron tratadas por la prensa cuando ocurrieron. Eso fue hace más de veinte años. Afortunadamente, las actitudes están cambiando. La forma en que nuestras sociedades también ven los feminicidios.
Ni un crimen pasional ni un asesinato por honor. La idea va ganando terreno, y marca en la mente de la gente: si los hombres matan a sus parejas, no tiene que ver con el amor, ni con el honor, sino con un apretón mortal. Hoy debemos recalcar que estos homicidios agravados tienen un nombre: feminicidio. Ocurre en promedio uno cada tres días, en Francia como en Alemania.
Somos dos países europeos, nuestras herencias son las de la Ilustración, de Emmanuel Kant, de Simone de Beauvoir, de Hannah Arendt, de Michel Foucault o de Gisèle Halimi. Sin embargo, en 2023, algunos de nuestros ciudadanos todavía piensan que tienen derecho a la propiedad, la vida o la muerte sobre las mujeres. A pesar de los principios de igualdad consagrados en nuestros textos legales más poderosos, la Constitución francesa y la Ley fundamental alemana, la violencia contra las mujeres no va a desaparecer.
Salvar vidas
La erradicación de esta violencia está en el corazón de la Convención de Estambul. Este tratado del Consejo de Europa es el instrumento legal internacional más completo para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres, asegurando la protección de las víctimas y castigando a los perpetradores de la violencia.
Sin embargo, este texto es objeto de campañas de desinformación propagadas por corrientes ultraconservadoras. Sostenemos que el Convenio de Estambul no pretende amenazar la «valores familiares tradicionales». Su único objetivo es proteger a las niñas y mujeres contra todas las formas de violencia.
El Convenio de Estambul puede salvar vidas. Este texto exige a sus países signatarios asumir fuertes compromisos a favor de la protección de las víctimas de la violencia. Las obligaciones que tienen Francia y Alemania con respecto a este texto también han permitido impulsar nuevas iniciativas legislativas.
En Alemania, en materia de violación y agresión sexual, la legislación penal alemana se actualizó en 2016. En 2021, el delito de acoso se extendió a las formas digitales (ciberacoso). Esta reforma del derecho penal estuvo acompañada de numerosas campañas de sensibilización para combatir la violencia sexual.
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