abril 23, 2024

Francia, tierra de inmigración desde el siglo XIX

Francia es el país de inmigración más antiguo de Europa. en el 19mi siècle, alors que les Anglais, les Irlandais, les Allemands, les Scandinaves et les Italiens quittent en masse le continent pour peupler le Nouveau Monde, l’Hexagone accueille des centaines de milliers de Belges, d’Allemands, d’Italiens et d’ Españoles. «Con el descenso de la fecundidad engendrado en 1750 y agravado por las guerras de la Revolución y el Imperio, Francia carecía de mano de obra para industrializarse en la segunda mitad del siglo XIX.mi siglo «observa el demógrafo François Héran, profesor del Collège de France, en Hablemos de inmigración en 30 preguntas (Documentación francesa, 2012).

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A belgas (casi 500.000 en 1886) e italianos a finales del siglo XIXmi siglo, también hubo polacos (500.000 en 1931), españoles, rusos y armenios en el período de entreguerras. Después de la guerra, para construir la prosperidad económica de los “treinta gloriosos”, Francia acogió a españoles y argelinos y, en la década de 1960, a portugueses, marroquíes y turcos. Desde finales del XXmi siglo, la inmigración gradualmente se globalizó: africanos subsaharianos (922.000 en 2019), asiáticos (486.000 en 2019) y latinoamericanos se incorporaron al país.

Si nos atenemos a su magnitud, las oleadas de inmigración que afectaron a Francia en el siglo XXmi siglo son «comparable» a los registrados en Estados Unidos, estima Gérard Noiriel en Francés Le Creuset (El Umbral, 1988). En 1930, Francia tenía la tasa de extranjeros más alta del mundo y unos cuarenta años después, en 1975, la proporción de residentes nacidos en el extranjero ascendía a más del 12 % en Francia, frente a menos del 5 % al otro lado del Atlántico. “A lo largo de tres generaciones, el impacto de la inmigración es al menos tan importante en Francia como en Estados Unidos”completar el historiador.

Un vínculo de tres generaciones

Esta larga historia ha hecho de Francia un «sociedad multicultural»analizan los investigadores Patrick Simon, Cris Beauchemin y Christelle Hamel en Trayectorias y orígenes. Encuesta sobre la diversidad de las poblaciones en Francia (INED, edición 2016). Según la segunda oleada de esta encuesta realizada por el INSEE y el INED (226.500 personas en 2019-2020), un tercio de los menores de 60 años tienen vinculación con la inmigración a lo largo de tres generaciones: el 9% son inmigrantes, el 13% descendientes de inmigrantes de segunda generación y 10% de descendientes de inmigrantes de tercera generación.

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Durante un simposio sobre la pluralidad de las culturas organizado en 1987 en la Sorbona, el presidente François Mitterrand había evocado con una sonrisa esta singular diversidad. “Somos franceses –“nuestros antepasados ​​los galos”– un poco de romano, un poco de alemán, un poco de judío, un poco de italiano, un poco de español, cada vez más portugués, quizás quién sabe polaco – y me pregunto si, ya, no somos un poco árabes…”él había lanzado. «Los padres de Zola y Gambetta eran considerados alborotadores que querían ocupar el lugar de los comerciantes franceses, añadió. Habría sido una pena enviarlos de vuelta…”