Impacto de la deflación en la economía de China

En febrero de 2025, los precios al consumidor en China disminuyeron por primera vez en más de un año, resaltando las continuas presiones deflacionarias en la nación. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) reflejó un decrecimiento interanual del 0.7%, revirtiendo el incremento del 0.5% registrado en enero y señalando la primera disminución desde enero de 2024. Esta caída fue mayor de lo que los analistas habían pronosticado, quienes esperaban una baja del 0.4%.
Elementos que influyen en la deflación
Diversos factores han impulsado esta tendencia deflacionaria en China:
- Calendario del Año Nuevo Lunar: Las celebraciones del Año Nuevo Lunar, que normalmente impulsan el consumo, tuvieron lugar completamente en enero este año, lo que contrasta con años previos en los que se extendieron hasta febrero. Esta diferencia temporal elevó la base de comparación para febrero, lo cual impactó las cifras de consumo.
- Debilidad en la demanda interna: El gasto de los consumidores ha sido limitado debido a inquietudes sobre la estabilidad laboral y los futuros ingresos, lo que ha resultado en un consumo cauteloso.
- Exceso de oferta: La sobreproducción en sectores clave ha añadido presión sobre los precios, intensificando la deflación.
Efecto en los precios de producción
Aparte de la baja en los precios al consumidor, el Índice de Precios al Productor (IPP), que evalúa los precios al por mayor, mostró una disminución del 2.2% en febrero en comparación con el año anterior. Los precios en fábrica han estado en declive durante 29 meses seguidos desde octubre de 2022, lo que refleja desafíos económicos más amplios, como un gasto de consumo reducido y una expansión industrial estimulada por subsidios.
Reacción del gobierno y acciones tomadas
Como respuesta a estas tendencias, el gobierno de China ha fijado un objetivo de crecimiento económico del 5% para 2025, conservando la meta del año anterior. También ha disminuido su objetivo de inflación al consumidor al 2%, desde el 3% del año pasado, reconociendo las persistentes presiones deflacionarias.
En respuesta a estas tendencias, el gobierno chino ha establecido un objetivo de crecimiento económico del 5% para 2025, manteniendo la meta del año anterior. Además, ha reducido su objetivo de inflación al consumidor al 2% desde el 3% del año pasado, reconociendo las continuas presiones deflacionarias.
- Incentivos al consumo: Se ha duplicado el fondo destinado a un programa ampliado de subsidios para el consumo de vehículos eléctricos, electrodomésticos y otros productos a 300,000 millones de yuanes (alrededor de 41,420 millones de dólares) este año.
- Reformas estructurales: Aunque se reconoce su necesidad, las reformas significativas para mejorar el sistema de bienestar aún están en desarrollo, lo que mantiene a consumidores y empresas cautelosos respecto al gasto en un contexto de recuperación económica incierta.
Retos adicionales y perspectivas futuras
Desafíos adicionales y perspectivas futuras
La economía china enfrenta desafíos adicionales que podrían influir en su trayectoria económica
- Tensiones comerciales: La imposición de aranceles adicionales por parte de Estados Unidos a productos chinos ha generado incertidumbre en los mercados globales y podría afectar negativamente el crecimiento económico de China.
- Sector inmobiliario: El mercado inmobiliario chino continúa enfrentando dificultades, lo que afecta la confianza del consumidor y la inversión.
- Mercado laboral: Las perspectivas laborales inciertas han llevado a una cautela en el gasto de los consumidores, contribuyendo a la debilidad de la demanda interna.