abril 30, 2024

la brecha entre los grandes grupos y las pymes se está reduciendo

Fue hace un año, casi al día. En medio de un debate sobre las superganancias financieras, mientras la Asamblea Nacional votaba medidas de apoyo a los hogares afectados por el alza de los precios de la energía, el presidente del comité de finanzas, Eric Coquerel, prometió una misión de investigación sobre la tributación de los grandes grupos. “Total no paga impuestos en Francia, dice el diputado (La France insoumise, LFI) por Seine-Saint-Denis en France Info el 29 de julio de 2022. No es normal para las pymes [petites et moyennes entreprises] pagan casi el 25% de impuestos en Francia, mientras que las 300 empresas más grandes pagan el 17% y CAC 40 empresas como Total pagan cero impuestos. »

La misión, copilotada por el relator general del comité de finanzas, el diputado (Renacimiento) del Gers Jean-René Cazeneuve, debe presentar sus conclusiones el miércoles 19 de julio. Y estos invalidan en parte esta tradicional distinción entre grandes grupos y pymes, todavía muy presente en los discursos políticos, incluidos los del Ministro Delegado para el Presupuesto Gabriel Attal en su plan de lucha contra el fraude – «nuestra prioridad: hacer que los ultra ricos y las multinacionales que defraudan paguen lo que deben»resumió esto último en mayo en las columnas de Mundo.

Este análisis, es cierto, se ha hecho durante mucho tiempo con cifras. Antes de 2015, la tasa del impuesto de sociedades (IS) realmente pagada por las grandes empresas y las pymes variaba de simple o doble en beneficio de las primeras, según varios estudios relevantes de Bercy y otros lugares. Esta brecha comenzó a reducirse significativamente a partir de 2012. Los relatores de la misión, que tuvieron acceso a los datos del Tesoro, demostraron que la tasa que realmente pagan las grandes empresas (la «tasa implícita») se acerca ahora a la que pagan las más pequeñas: en 2019, ascendió al 19,9% para las pymes, el 21,3% para las medianas empresas (ETI) y el 17,1% para las grandes empresas. Esa es una diferencia de 2,8 puntos entre el primero y el último, frente a los más de 20 puntos de 2007.

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La reducción de este diferencial resultante esencialmente de la limitación, en Francia y en el plano internacional, de las ventajas de que disfrutan los grandes grupos, como la posibilidad de deducir los intereses de los préstamos a los que tienen más recursos que las PYME, y de diferir sus pérdidas de un año a otro para reducir y suavizar los impuestos, lo que las grandes empresas están más dispuestas a hacer.

Heterogeneidad dentro del CAC 40

La convergencia entre pequeñas y grandes empresas, sin embargo, enmascara una muy amplia variedad de situaciones en cada categoría, lo que probablemente alimentará un debate político cada vez más vivo sobre la fiscalidad de las multinacionales. Los ponentes obtuvieron datos de las autoridades fiscales que mostraban esta heterogeneidad dentro de las empresas CAC 40. Una base imponible media de 750 millones de euros, es decir, una tasa de impuesto de sociedades del 25%. Pero la mitad de ellos declararon un impuesto de sociedades inferior a 18 millones de euros.

“Para el año 2021, algunas de estas empresas están pagando un impuesto de sociedades muy inferior al que cabría esperar a la vista de su resultado fiscal”, apuntan los ponentes, que señalan que siete empresas declararon un IS inferior a 10 millones de euros por un resultado fiscal superior a 100 millones. Trece empresas también declararon pagar una tasa de impuesto de sociedades que representa menos del 7% de su renta imponible. Dos de ellos tienen una tasa impositiva cercana a cero mientras que sus ganancias superar varios cientos de millones, según el informe. Por el contrario, nueve grupos declaran un IS superior al 25% de su base imponible.

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El informe profundiza en el caso del grupo TotalEnergies, que facilitó información a los relatores y les autorizó a publicarla. De hecho, la empresa no ha pagado el impuesto de sociedades en Francia durante seis de los últimos diez años, debido a las pérdidas en Francia que ha podido trasladar de un año a otro. En 2022, sin embargo, generó un beneficio de 300 millones de euros en sus actividades de distribución, generó 91 millones de euros en crédito fiscal a la investigación y una reducción fiscal de 34 millones relacionada con su mecenazgo. En total, pagará para 2022 612 millones de euros en impuestos de todo tipo en Francia, o el 1,2% del total de impuestos pagados en todo el mundo, es decir, 33.000 millones de euros.

Doce propuestas comunes

A pesar de sus desacuerdos ideológicos, los dos ponentes hacen doce propuestas comunes, recomendando, por ejemplo, evaluar los mecanismos que permiten a las empresas deducir sus cargos por intereses que, aunque se han endurecido, siguen beneficiando principalmente a las ETI y grupos más grandes. Idéntica sugerencia para el muy ventajoso régimen «madre-hija», que permite a una empresa no tributar por los dividendos recibidos de sus filiales (a cambio de deducir una acción), y cuesta 20.000 millones de euros al año al Estado. También cuestionan la eficacia del tipo reducido del impuesto de sociedades que se aplica a las pymes -15% frente al 25% de las más grandes- que cuesta 2.600 millones de euros al año.

Finalmente, asumen contradecir a las empresas para informar sobre las ayudas públicas que reciben e integrar la política fiscal en el diálogo social de las empresas. Por su parte, Eric Coquerel propone pensar en una mayor progresividad del impuesto de sociedades, como el impuesto sobre la renta, idea a la que se opone Jean-René Cazeneuve. Otro punto de divergencia: el crédito fiscal por investigación, criticado por muchos informes, pero al que las empresas y la mayoría están muy apegadas.