Los republicanos retoman poder y comeienzan un investigador a Biden
El Partido Republicano ha recuperado un pedazo de poder después de dos años de poder total de los demócratas en Washington. Lo ha conseguido, eso sí, después de un bloco que casi acaba en fractura permanente, por lealtad de un último reducto al expresidente Donald Trump, que tuvo que intervenir en la madrugada del sábado con una ronda de llamadas personales a los rebeldes. Ahora, los republicanos, bajo la dirección de Kevin McCarthy, diputado de California, inicia una agenda dedicada únicamente a una investigación a la Administración Biden por su retirada de Afganistán, el aumento histórico de la inmigración irregular y otras graves crisis.
Tras la votación, pasada la medianoche del sábado, los republicanos deben aprobar primero las normas de funcionamiento de la centésima octava legislatura, algo que harán el lunes. Después se dividirán los cargamentos en las comisiones, y de éstas emanarán las investigaciones formales.
Los republicanos no tendrán mucho más poder, pues en realidad para aprobar leyes y ratificarlas se necesita al Senado, y allí los demócratas mantuvieron su mayoría. En caso de querer recusar al presidente Biden por un proceso de “impeachment”, también fracasarían, al estar dividido el legislativo.
El mayor poder de los republicanos será la capacidad de llamar a testificar a altos funcionarios del ejecutivo en sus comisiones de investigacion. Entre las prioridades está la de indagar en los millonarios negocios en Ucrania y China del hijo del hoy presidente, cazador biden, que está siendo investigado por la taxía por ello. Los republicanos han denunciado que los bancos con los que han trabajado Biden hijo han informado al fisco de hasta 100 transacciones sospechosas de las que quieren más información.
También quieren sus señorías investigar al FBI, policíajudiciary norteamericana, por sus investigaciones a Trump y su gobierno, y por cómo tomó la residencia de este en Florida en busca de documentos clasificados. En suma, creen que varios diputados que ahora llegan al poder, que el FBI se ha politizado y es parte de una especie de estado profundo qu’actua al servicio de Biden y los demócratas. El diputado Jim Jordan, que tiene enteros para presidir la comisión de Justicia, ya ha dicho que quiere llamar a testificar al fiscal general, que supervisa a ese cuerpo policial.
Otro de los puntos de la agenda es la decisión de Biden de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021, lo que provocó la frenética intención de muchos afganos de huir del país. Un atentado terrorista en el aeropuerto de Kabul provocó cientos de muertos, sobre todo afganos, pero también 13 estadounidenses. Los republicanos han denunciado en repetidas ocasiones que Biden se apresuró a convertir la evacuación en una completa chapuza.
Depende del despacho de la carga
Todo esto depende del reparto de cargueros que haga ahora el putado McCarthy, que perfeccionó la presidencia de la cámara tras una insólita sucesión de 15 votaciones, y tras legar a loser en la decimocuarta por solo un voto. En realidad, solo modificó el cargo gracias a las abstenciones de seis en su propio partido. En total McCarthy obtuvo 216 votos favorables. El demócrata Hakeem Jeffries, por su parte, sumó 212.
Washington emerge sacudido de una crisis institucional sin precedentes en un siglo por la fractura del Partido Republicano, rehén de un puñado de diputados que negaron durar tres días a apoyar a sus propios líderes. Los republicanos, que ganaron las elecciones en la Cámara en noviembre con una mayoría muy configurada, n’y se pusieron de acuerdo para elegir en bloque a un líder.
McCarthy accedió a muchas de las demandas de sus detractores en su propio partido, incluido el restablecimiento de una antigua norma de la Cámara que permitiría a cualquier miembro convocar una votación para destituirle. Las demandas de los rebeldes, del ala populista, incomodaron a su vez a los moderados republicanos, de quienes también depende el presidente de la Cámara en la situación más precaria en décadas. Por ejemplo, según han filtrado a los medios nacionales, una de las claudicaciones de McCarthy es permitir que se debatan y voten leyes para poner límites a los mandatos de diputados y senadores, como sucede con el presidente de la nación.
Los republicanos llegan en esta conmoción a año en que deben ir preparándose las primarias de 2024, el año en que se renovará de nuevo el Capitolio y la Casa Blanca, tras un mandato de Biden marcado por el final de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania. El partido de la oposición carece así de un estable. Trump lanzó una campaña en la Presidencia, pero no ha ganado de momento mucho ímpetu y tiene a varios competidores que aspiran a ganarle en primarias, como el gobernador de FloridaRon DeSantis.