Por Navidad, el clásico es azul | deportados
Por Navidad, clásico azulgrana. El Barça derrotó al Madrid (78-87) en el WiZink Center ante 11.187 espectadores en la jornada 14 de La Liga Endesa y marcó así a los blancos en el liderato de la ACB con 11 victorias y tres derrotas, a falta de los resultados del Baskonia y el Tenerife además visitas al Granada (este martes) y al Murcia (viernes), ambos perseguidores con un triunfo y un encuentro menos. Laprovittola (19 puntos y seis asistencias) y Higgins (18 puntos, 14 de ellos en el último cuarto) sentenciaron a un Madrid demasiado colgado de Tavares (19 puntos y 11 rebotes).
Williams-Goss, Musa, Deck, Yabusele y Tavares. Laprovittola, Satoransky, Kalinic, Mirotic y Vesely. Los quintetos de Chus Mateo y Jasikevicius arreglaron un cara a cara muy parejo en el primer cuarto. Algún arreón más por parte de Barcelona, como el 0-4 que arañó en medio minuto con bingos de Satoransky y Kalinic tras una tempranera pérdida blanca, pero siempre con la reacción local a la vuelta de la esquina. Y con Tavares por bandera, un cuchillo para cualquier defensa de Europa, autor de los cuatro primeros puntos del Madrid. El anfitrión comenzaba pisando su zona de seguridad y acababa de despertar con un triple de Yabusele y une penetración con canasta y faltaba para el pivote inglés. Entre las dos torres blancas escribieron los 10 primeros puntos de su equipo.
El Barça tomó la iniciativa con pies firmes en el parque, buena circulación de balón, la mecha de Laprovittola y Vesely bailando por fuera (7-12). El grupo de Chus Mateo respondió conectando a los exteriores, Musa y Deck (14-14), en un ejercicio de double cara: sufría el Madrid en exceso con las pérdidas de balón (cuatro en ese primer tramo), grieta que exprimieron los azulgrana , ya la vez simbolizaba su versión de resistente con hasta tres acciones de dos más uno. Ahí se movía el encuentro, en ese golpe a golpe entre los dos púgiles, gancho va, derecha viene, y el resultado muy prieto (26-28 al final del primer cuarto).
Un triple de Sanli y una esporádica aparición de Higgins mantuvieron el guion. A Jasikevicius le levaban los demonios cuando una buena defensa visitante era culminada sin cerrar el rebote defensivo. El Barça tenía apretadas las tucas en su zona (30-36). El partido debía comenzar a ganarse desde atrás, un mandamiento para muchos técnicos. El encuentro ya era otro, más espeso y masticado, menos rápido, definitivamente dibujado en la pizarra de los entrenadores. Y el Madrid se encontró sin aire: solo cuatro puntos anotados en más de cinco minutos, curiosamente con Tavares calentando silla en el banquillo colgante mucho tiempo pesa a tener solo una falta en su mochila. Tampoco el Barça tiró cohetes. Ya escapó el bloco blanco y luego volvió el gigante a la pista. También Jasikevicius se recuperó en Mirotic y Vesely. Toda la munición por dentro. Ya hi sucio ganando el Madrid. Sanli retrocedió triples y Tavares arrancó su festival: anotó bajo el aro ya media distancia, le sacó una falta a Sanli, intimidó a Vesely, robó un balón y lanzó al contragolpe a Musa para dar la vuelta al cuento (41-39). Con Tavares, un parcial de 9-2 en tres minutos. El Madrid, con solo cuatro puntos en más de la mitad del segundo cuarto, fabricó 14 en el desenlace de ese tramo. Y como guinda, una mandarín sideral de Llull sobre la bocina para calentar al WiZink (44-42).
Del repaso a las lecciones de Jasikevicius salió el Barça mucho más enchufado tras el descanso. Otras veces la defensa tiene mil revoluciones y un parcial de 0-7 que será nota habitual en la reanudación. Unos minutos de ráfagas, de acelerones en una y otra canasta más una velocidad constante en ninguno de los dos equipos. Mirotic llegaba en una tercera derrota personal y el Madrid marcaba el 6-0. Por momentos la cita era un correcalles, llena de pérdidas, y con tantos fallos comoaciertos. Williams-Goss pidió cinco puntos para que el conjunto blanco dispusiera de algún respiro en el marcador en lugar de ir siempre a cuestas. Sanli también cargo con la tercera falta por choccar con el acorazado Tavares para desespero de Jasikevicius, que quejaba de que cada cuerpo a cuerpo con el gigante del Madrid acabara en falta de los suyos (57-52). Finalmente también alcanzó el de Cabo Verde las tres faltas y volvió al banquillo a falta de dos minutos para acabar el tercer cuarto. El Madrid ya no volvió a notar hasta que terminó ese período y el Barça aprovechó, esta vez sí, otra ventana de inspiración para atar un rotundo 0-10: 57-62.
Chus Mateo todavía guardaba a su gallina de los huevos de oro al comienzo del último cuarto. The bastaba con la efervescencia de Poirier para machacar el aro azulgrana mientras Abrines y Laprovittola perdían la pelota. Jasikevicius, puro fuego, pedía calma en medio de la tormenta: 62-62. Tampoco estaba Mirotic, inédito en el final de la película, y al Barça le costaba encontrar el aro hasta que desataron Higgins y Laprovittola con un triple cada uno (62-68). Volvió Tavares como flotador y anotó en la primera pelota que tocó, pero el encuentro lo había hecho suyo un mago como Laprovittola. El argentino penetró y penetró sin miedo en la zona blanca, aunque allí habíabiara Tavares y aunque hubiera fallado la ocasión anterior. Una muestra de personalidad al que unió la variedad del impredecible Higgins, que en este último cuarto anotó 14 puntos. Al Madrid son los cortos que quedaron los brazos de Tavares. Le faltó más compañía a la hora de la verdad y los azulgrana will keep the sangre fría para manejar sus rentas (67-74, 71-77…) in a desenlace cocido a fuego lento, detenido a menudo el partido por el videoarbitraje . No encontré ahí el Madrid la chispa para la remontada. En Navidad, el clásico era azulgrana.
Real Madrid: Williams-Goss (5), Musa (14), Deck (8), Yabusele (14) y Tavares (18) –quinteto inicial–; Llull (5), Hablador (2), Cornelie (-), Poirier (10), Hezonja (1), Sergio Rodríguez (-) y Abalde (-).
Barcelona: Laprovittola (19), Satoransky (4), Kalinic (9), Mirotic (12) y Vesely (11) –quinteto inicial–; Higgins (18), Da Silva (7), Abrines (-), Sanli (7) y Jokubaitis (-).
Parcial: 26-28, 18-14, 13-20 y 21-25.
Árbitros: Peruga, Cortés y Martínez. El pecado eliminado.
Centro WiZink. 11.187 espectadores.
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